Incluso gastar bromas a la gente, es bueno.

Me hundo fácil, pero no me gusta ver a alguien deprimido; y con que me importe un poco pues me gusta espabilar a la persona, haciéndola reír con cualquier tontería o con este humor que tengo yo, inteligente, sarcástico. Me quedo hablando contigo durante mucho rato y te escucho (dentro de lo que puedo, porque no soy una persona que escuche demasiado y tal...). Te puedo tratar con cariño, pero sobretodo con comprensión. Sí, esto sí se me da bien: comprender e intentar buscar solución, y si no pues mientras pasa el tiempo necesario... intentar pasarlo lo mejor posible, preguntarte qué necesitas, y dártelo. Es que no hay mejor anti-depresivo que la compañía de las buenas personas, pero sobretodo entretenerte y no pensar. Hay que no pensar en lo malo; nos conviene ser ignorantes a veces... Y reír, sobretodo reír y sacarte una sonrisa natural. Las pastillas y estas cosas... son una mierda en realidad. Son como las drogas, es decir: es una mentira. A lo mejor para sacarte de un ataque de ansiedad sirven, pero para una depresión sólo hará engancharte y engañarte. Tienes que animarte y mantenerte todo lo que puedas. No caer cuando veas que puedes caer, si sigues con esa negatividad o tal. SI es por la gente pues haz cosas tú sola, que las hay muy divertidas. Y ríete sola si hace falta, como lo puedes hacer tras la pantalla viendo cosas por aquí o, viendo alguna serie divertida o una película... muchas, como ves muchas cosas ayudan. Irte a la playa y bañarte y tirarte allí... a escuchar el mar (ese sí que da buenos consejos...). Uno ha de disfrutar lo mismo del sol en su cara que de la lluvia; de taparse a ver una peli con el frío o tomar un helado asado de calor. Yo así veo las cosas, hay que estar un poco feliz al menos, aunque nos pasen cosas malas porque siempre tendremos algo por lo que no estar tan hundido. Una buena conversación de tú a tú ¿quién me dice que eso no le sacó un suspiro de alivio alguna vez? Y yo ahora vivo suspirando... pero no me gusta que nadie lo pase mal. Me importa que lo pase mal quien me haga daño o quiera hacerlo si acaso.