Continuamente, como si de una montaña rusa se tratase, sin poder encontrar el equilibrio adecuado, ilusiones que se esfuman, promesas que se rompen, personas que te olvidan, así se podría resumir la existencia de uno mismo. Hay veces en la que crees que te encuentras alto, muy alto, en la cima del universo, hasta que una suave brisa choca con tu rostro diciendo: " eh, despierta" haciéndote tropezar y caer por el precipicio de la ilusión.Otras veces piensas que nada ni nadie podría derrumbarte porque esa persona siempre estará ahí, por el mero hecho de la promesa que te hizo, hasta que de repente, esa promesa quiebra, dejando al desnudo la cruel realidad: estás solo. O simplemente te sientes el ser más afortunado del mundo por tener a ese alguien a tu lado, y un día, de la noche a la mañana te despiertas y ves un post it con la frase "nada es para siempre" pegado en la pared más interna de tu corazón.Y yo aún estoy esperando eso que consiga poner en equilibrio mi vida, y no sé por qué, no me preguntes creo que ese equilibrio eres tú.
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