Creo que deberían inculcarnos que, efectivamente, el sexo es algo natural, que no hay nada de malo en ello, pero que hay que hacer las cosas con cabeza; ser responsables, ser críticos, ser conscientes de lo que estamos haciendo, no esclavos de nuestro entorno y de nuestros impulsos, porque eso tampoco me parece bueno. En cuanto al tema del sexo en ámbitos conservadores, creo que sí lo han desviado, convirtiéndolo en algo completamente perverso y repugnante, precisamente -y paradójicamente- debido a ese falso puritanismo que lo ensucia todo. Se ve muy claro en el caso de la homosexualidad: si eres gay y te has criado en una familia muy católica y muy de derechas, probablemente te hayan comido el coco y te hayan explicado lo pecaminosa que es la “sodomía”. Así pues, tú reprimes tus inclinaciones, y qué mejor forma de echar balones fuera de cara a los demás y de engañarse de cara a uno mismo que criticar a los homosexuales, de proyectar toda tu frustración en ellos, hasta acabar desarrollando una aversión patológica; la homofobia. Yo estoy convencida de que todos esos curas y todos esos tertulianos de Intereconomía que parecen odiarlo todo, y especialmente a los homosexuales, tienen en realidad inclinaciones homosexuales reprimidas y mal canalizadas. En el caso de los curas, esa represión antinatural los hace enfermar, y muchos acaban abusando de niños. Eso sí debería ser pecado, y no una relación de igual a igual entre dos personas que se quieren.No es nada nuevo, creo que a estas alturas todo el mundo lo sabe o, como mínimo, lo intuye.
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